El ideal cristiano no se basa en vivir en forma totalmente independiente, sino en ayudarse en forma mutua. El servicio puede adoptar la forma de donativos materiales a bancos de alimentos y centros de atención a embarazadas (dedicar tiempo a limpiar nuestras despensas y armarios) o mediante el don del tiempo y la presencia, como por ejemplo una llamada a un amigo o vecino que está solo. Muchas mujeres que están embarazadas valorarían que alguien les ayude con los mandados necesarios. Se pueden buscar en Internet o comunicándose con la parroquia o diócesis ideas para ayudar en forma voluntaria y organizaciones que necesiten ayuda. Reza para saber cómo puedes ser un instrumento de la paz y el amor de Dios. ¡Somos las manos y pies de Jesús!
Oremos:
Oh Madre Santa, recibiste la buena nueva de la encarnación de Cristo, tu Hijo, con fe y confianza. Concede tu protección a todas las embarazadas que enfrentan dificultades.
Guíanos en nuestro esfuerzo por hacer de nuestras comunidades parroquiales lugares de acogida y asistencia para las madres necesitadas. Ayúdanos a convertirnos en instrumentos del amor y la compasión del Dios bondadoso.
María, Madre de la Iglesia, ayúdanos a crear la cultura de la vida y la civilización de amor, junto con todas las personas de buena voluntad, para alabanza y gloria de Dios Creador, y amante de la vida. Amén.
(Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre)
La Novena a Santa Gianna